sábado, 29 de septiembre de 2007

"Juventud y paradigma"

Ante un análisis concreto de los hechos históricos y sus factores (variables y constantes) se encuentra un elemento de vital importancia para el desarrollo histórico de la sociedad, la nueva generación. Es de este elemento social que surge la continuación de todos los elementos socio-culturales de una civilización, es decir, este funge como el medio de engarce de la vieja generación con las anteriores generaciones y ulteriores generaciones. Por ello es imperante describir, o por lo menos intentar describir, una serie de abstracciones concretas que surgen del medio social para lograr proyectar dicho fenómeno y sus consecuencias. La premisa de toda sociedad desde su desarrollo histórico se entiende como una causalidad determinada por las cualidades materiales que integran la supraestructura social que viene a desembocar al final en un ambiente circunstancial en contingencia con los grupos sociales que a la postre serán llevadas al campo de la lucha de clases, de la cual se vislumbra una imposición de las condiciones materiales de uno o de otro. Bien, ahora la premisa de todo individuo en sociedad, condicionado por los elementos concretos de su entorno, lo llevan por un proceso innato camino a la búsqueda de su identidad, que fungirá como sustento en la realización de las aspiraciones personales o colectivas. El individuo en el proceso de aceptación o negación de su ser se ve enfrascado en los embates de edificar un respaldo interior que logre mantener (Proteger) su persona en sociedad aun a pesar de la contradicción de su entorno. Así entendemos que los elementos que logran influir en la construcción de una personalidad resistente a las exigencias de la vida en sociedad, provienen del desarrollo del materialismo envolvente del hombre que no solo se enfoca a la estructura productiva de la sociedad sino a su dinámica (Relaciones productivas) que acarrea como consecuencia una serie de contradicciones en el ámbito social y por ende en el ámbito individual. Es en este contexto que surgen las condiciones para que un hombre inicie la creación de su perfil psíquico para posteriormente proyectarlo hacia el ambiente externo por la vía de la personalidad individual la cual desde un sentido estricto, latu sensu, percibimos por medio de: psique, cuerpo y factores socioculturales. Es de suma importancia especificar el sustento teórico de la anterior tesis mostrada (la personalidad del individuo y su entorno social) la cual consta de dos enfoques medulares: la tesis sujeto-objeto del Francés Jaun Paul Sartre y la psicología del alemán Erich Fromm; sin pretender abarcar demasiado en este aspecto puesto que no es la finalidad de este escrito, pero si inquietarlos a la búsqueda de una isla de incertidumbre que les logre dar un mar de sabiduría, y que se acerquen a revisar un poco más de estos autores mencionados. Prosiguiendo con nuestro tema, es de suma importancia lograr desglosar un poco de lo que encierra el fenómeno del paradigma visto desde el ámbito social para complementar nuestra visión del individuo en sociedad. Es necesario precisar, primero que nada, la naturaleza del paradigma social y para ello es apremiante en primer lugar describir la particularidad del paradigma. El paradigma es un modelo previo a la estructuración precisa en cualquier ámbito epistemológico y supraepistemologico que se encuentra en determinadas circunstancias históricas y materiales, el cual, bajo condiciones del desarrollo social el hombre o la colectividad puede detentar para mantener el orden material existente o mediante un proceso revolucionario dar el salto hacia un nuevo orden material. Entonces, analizando nuestra realidad inmediata percibimos que nuestra sociedad esta delimitada por una serie de normas y estructuras, o entendiéndolo de una manera rigurosa, por un conjunto de modelos epistemológicos e institucionales que aparentan ser permanente, pero, como dicha apariencia esta subordinada al proceso evolutivo de la sociedad esta se ve encaminada hacia una negación de dicha permanencia para dar paso un desarrollo dialéctico de los paradigmas. Entendiendo lo anterior, obtenemos que dentro el proceso natural no solo de la sociedad sino de la vida misma llega un momento en el cual se convive con una serie de modelos que ya no van aparejadas con el proceso de evolución de la naturaleza ni de la sociedad; hasta aquí se entiende como llegamos a un proceso involutivo de la sociedad, en el cual inicia una fase de degradación y descomposición social paralelo todo esto a las contradicciones de las incompatibles estructuras sociales. Pero analógicamente, la dinámica involutiva de la sociedad se encuentra, de manera natural, con la inercia que siguen los elementos anárquicos de la macroeconomía que mediante estrategias de control mundializadas solo se logra agravar y prolongar cada vez mas la inevitable crisis de la civilización humana ¿Pero como es que logramos identificar la conexión innata entre el paradigma social y desarrollo social, y como podemos percibir la serie de causalidades que se gestan al interior de la sociedad como consecuencia de dicho fenómeno?, si orientamos nuestro análisis dos elementos socioculturales, generación y juventud, las cuales son partes esenciales integrantes de la formación social de los individuos aunado a otros elementos, ya que son estos dos pilares los que sirven como receptáculo para mantener y ensanchar lo anterior con lo ulterior de la sociedad, obtenemos de esta manera el vislumbre de la conexión innata entre paradigma social y desarrollo social. Ahora, profundizando un poco mas, el concepto de generación se entiende como la sucesión de descendientes vivientes de la misma edad o época dentro de una realidad histórica especifica y temporal de la sociedad Y la juventud la logramos reconocer como la aglomeración de tendencias, temperamentos, conductas y particularidades que se encuentran en un espacio temporal especifico, entre la pubertad y la edad adulta, del desarrollo histórico-social. Si amalgamamos generación y juventud, no como un proceso mecánico de la razón sino como una actividad natural de la sociedad, entenderemos como emerge ante nosotros omnipotentemente la generación juvenil para acicate del curso de la historia, la generación juvenil se aprecio como la aglomeración de tendencias, temperamentos, conductas y particularidades condicionadas por una serie de paradigmas, en este caso particular el paradigma social producto del desarrollo histórico-social. Es de esta manera que podemos reivindicar la idea clara de Antonio Gramsci de que: “La vieja estructura no contiene ni consigue dar satisfacción a las exigencias nuevas que acarrean las nuevas generaciones”. En la medida que identificamos y describimos nuestra realidad envolvente no solo entendemos con mayor claridad nuestros derechos individuales sino nuestras obligaciones sociales; si bien nuestro reto es grande al tener que luchar contra las contradicciones de la sociedad y las de nuestro entorno inmediato, todavía tenemos que lidiar con nuestras propias contradicciones internas. Bien el desafió es enorme pero es necesario enfrentarlo por que al final y solo termino de los combates se presentara ante nosotros el objetivo supremo de la especia humana, no solo para su postergación sino para su consolidación eterna que es la de una convivencia justa, igualitaria y pacifica. Tal vez al último los escépticos, prejuiciosos y adoradores del dinero nos tacharan de retrogradas, soñadores y demás, pero no importa por que lucharemos convencidos de que los sueños de hoy serán las realidades de mañana, por que mas vale tener la convicción de un sueño que miles de aspiraciones confusas. Lucharemos, y no dejaremos de hacerlo, lo haremos con el convencimiento de que cuando hay hombres sin verdades, hay otros hombres que tienen verdades suficientes que se suman a los de muchos hombres más y en ello va la defensa de un pueblo entero, va la defensa de la dignidad humana.

“Juventud y paradigma, acumulación incesante de la potencialidad individual para modificar la realidad existente; conciencia de la capacidad que tiene cada uno de los miembros de una nueva generación, capacidad que sirve para extirpar el yugo que se engancha del cuello de cada uno de los jóvenes, sin permitir la realización plena de nuestros anhelos, permitiendo solamente detentar los espacios tan triviales que solo reivindican nuestra sumisión ante la estructura del opresor, cual amo y sirviente. Cotidianidad bañada de bullicio y agitación, de indecencia y conmoción, lujuria y desenfreno, al final nuestra desnudez envuelta con esquizofrenia delatora. Corremos deprisa en busca de nuestro sustento, nuestra protección, nuestra identidad, nuestra mascara, para curar las heridas provistas por esta realidad histórica. ¿Cuánto tiempo mas se podrá andar con la asfixia disimulada con una falsa actuación, cuanto tiempo mas se podrá negar la potencialidad individual para cederle el paso a un ser hipócrita, cuanto más permitir el sufrimiento de nuestros iguales? !!Ni un día mas, ni una generación mas!!, Gritar con el fragor de la voz juvenil que hoy aceptamos nuestro ser, nuestro compromiso histórico, nuestra historia y a nuestros iguales; romper los moldes que aprisionan nuestra existencia, romper con los paradigmas que enclaustran las aspiraciones humanas, romper con los obstáculos que impides el progreso de la sociedad, alzar el grito a los cielos que se levantan sobre nosotros para decirle convencidamente con toda la fuerza de nuestra humanidad ruptura, rebelión y socialismo”

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